sábado, 17 de marzo de 2018


Anoche llovió. Yo agarré la tijera y otra vez me corté el flequillo, ahora está demasiado corto. Aparecieron las primeras puntas de los brotes de acelga. Son verdes y fuertes. En cambio, las primeras hojas de lechuga son delicadas, parecen cisnes sobre la tierra negra. Son los días en que tengo la ventana abierta para sentir los primeros fríos. Algún vecino debe estar cocinando pollo asado, y eso que es muy temprano para el almuerzo.  Mi perra Roma se está poniendo vieja pero levanta su hocico y busca. A veces dejo registro de la vida cotidiana para darme cuenta de que sigo acá.



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