Giraban en el living de tu casa
las hojas de los fresnos,
el aire olía a morfina,
era otoño, recuerdo,
y el viento enloquecía al ras el piso.
Qué cosa rara esa tarde,
nuestra quietud callada en los sillones,
el polvo anticipado,
y vos, hermana, muriéndote
con las ventanas abiertas.
(Del libro Paula levanta la persiana, Ediciones AqL)