viernes, 22 de abril de 2022

 

 

Alguna vez creí que había vivido todo,

que había cruzado el tiempo como se cruza

una sala blanca con un vestido rojo,

creí que era la muerte

el opio del dolor, la puerta abierta,

y me entregué al estruendo del combate.

Verás,

también tu cuerpo encuentra una camilla

donde es examinado por la luz.

También te duelen los intentos y el misterio

de aquello que no has podido resolver.

También en mí confluyen los esfuerzos

y la suerte en proporciones arriesgadas.

Entre mis pechos juegan la vida y la muerte.

Lo mismo hacen la vida y la muerte

entre tus pechos,

entre tus ojos,

entre tu omóplato y tu esternón.

La tristeza es un hongo que crece

en la oscuridad de una familia.

Por momentos creeremos

que la existencia

es algo que podemos definir.

Sin embargo, hay más,

hay más luchas justas en las fábricas,

hay más hierba fresca sobre el monte,

hay signos que todavía

no aprendimos a leer.

Y no creas que intuyes el final

porque el amor tampoco ha terminado.




miércoles, 13 de abril de 2022

Lectura en el ciclo Flores de Cirse













 Créditos de las fotos: Flores de Cirse y Victorio D. Gagliano.



viernes, 8 de abril de 2022

 

Hace frío, creo que hace frío.
Son altos mis umbrales del dolor
y sin embargo, el desamor los ha tocado.
Copio lo que aprendí de Gunda,
tan alegre, tan buena perra:
frente al dolor permanece inmóvil.
Yo la observé:
Gunda cuando está herida parece muerta.
Gunda no ladra, no come,
no toma agua siquiera.
Busca asilo en la sombra,
con la pata abre la puerta del silencio.
Duerme mucho.
Cada tanto me mira
desde un lugar que ambas conocemos,
y echada sobre su manta tibia,
confía en su tiempo,
espera.



Escribime!


 

jueves, 7 de abril de 2022

miércoles, 6 de abril de 2022

 

No es que haya tenido que cruzar
la gran muralla de Ávila
pero me llevó mucho tiempo
moverme un poquito
yo hubiera querido ser como la urraca
que salta sobre el pasto y en segundos
no está acá,
está allá,
pero no,
a mí me llevó mucho tiempo
moverme un poquito,
me llevó muchos años
entender gestos, hechos,
datos, omisiones,
como si
no me hubiera movido desde niña
como si no hubiera querido
moverme
como si hubiera estado a gusto
en el estanque
o no hubiera intentado
dar un paso tras otro
tirarme de cabeza sobre el sueño,
sobre los grandes sueños del hacer,
sí me tiré y corrí en la casa vacía,
me levanté y corrí dentro del hospital,
removí las hojas para que no se pudrieran,
y levanté los ojos para probar el vuelo
y eso fue
como si de verdad yo hubiera
cruzado la gran muralla de Ávila
como si hubiera subido
los escalones altísimos de piedra,
soportado el viento en los miradores
y el vértigo hubiera templado
mi espíritu a fuerza de seguir.
Por eso mi estupor, rebelde cuerpo mío,
porque hoy miré mis pies
y me di cuenta
de que apenas se han movido
en la llanura.


viernes, 1 de abril de 2022

Alegría

Vengo por acá para contarles que se viene la reedición de uno de mis libros. Ya les contaré más. A veces la vida es más bella que en algunas películas.