El gato marrón y negro sigue viniendo a casa a pelear a Lennon. Baja el tapial y lo espera agazapado sobre el pasto. Tiene el pelo largo, sin brillo, es viejo, reo y tiene tanta noche encima que da ternura. Con Mili decimos que es el Bukowski de los gatos. Lennon es la paz, como si el nombre lo hubiera predeterminado. Así y todo con Mili vemos lindos a los dos, a Lennon porque es nuestro y a Bukowski porque es tan feo tan feo que es hermoso. En fin, Lennon tiene la pata hinchada otra vez, de la paliza que le dio Bukowski.
sábado, 31 de marzo de 2018
jueves, 29 de marzo de 2018
Una noche de julio del 2009, mientras caminábamos junto al Sena, Carola me dijo que si ella supiese que esa era la última vez en su vida frente a la Torre Eiffel, se sentaría en el cordón de la vereda para ver la torre iluminada y se quedaría en la calle, mirándola hasta el alba, hasta que las luces fueran apagadas.
Me dio así, sin darse cuenta, una de las enseñanzas más valiosas.
Hoy mi hermana Carola cumpliría años.
Desde aquel día, cada día, pienso cuál es mi torre Eiffel iluminada y me siento en el cordón de la vereda para celebrar el asombro hasta que se apaguen las luces.
miércoles, 28 de marzo de 2018
domingo, 25 de marzo de 2018
Siempre tuve la sensación de estar viviendo en el lugar errado. Es probable que la memoria ancestral de mis abuelos tenga que ver con eso. Sueño con ir a conocer la tierra donde ellos nacieron, para ver si es ahí donde respiro. Siento que lo haré pronto. Sé que lo haré. Habito en un lugar que no es este, nunca fue este, no sé dónde es, pero ese lugar es real y me tiene viviendo ahí.
sábado, 24 de marzo de 2018
Una casa pequeña que resiste
Como en cada cambio de estación, renuevo los colores y algo de la forma del blog. Como si fuese una casa, este espacio en marzo cambia su olor, su temperatura, su luz. Huele a pan, a café, se llena de libros para leer cerca de una manta. Dejo abierta la ventana hasta mayo, porque me gusta sentir el frío que llega desde afuera. Ahora que empezó el otoño, la casa donde escribo tiene las paredes grises y blancas, hay detalles marrones (tal vez no sean visibles, como ciertas sombras), restos de maderas expulsadas del mundo usadas como estantes, símbolo de lucha que sobrevive al abandono, amuletos contra la mala suerte. Sobre los estantes hay hojas de árboles, secas, en platos de té, unidas a las espigas de lavanda recogidas durante el verano. En invierno, no quedará registro de este cambio, porque vendrá otro color, otra forma, y así viene sucediendo desde el 2012 que inauguré este blog. Bienvenidos a esta casa pequeña que resiste.
"El castillo de Rouen" -el último libro de la trilogía- ocurre en tres lugares: Francia, Italia (la zona friulana de Údine) y otro. Hay lugares que no aparecen en los mapas y que sin embargo, existen. Del mismo modo, hay tiempos que no pueden ser ubicados en el calendario pero fueron vividos. Pienso en ese hijo que no tuve, que no llegó a gestarse, por ejemplo. Yo oí los cantos suaves, de madrugada, para que el niño se durmiera Nadie quitará de mí la tristeza de haber tirado la leche tibia que no pudo tomar.
Hablo de ese lugar que está fuera de cualquier país y que está fuera del tiempo. Ese lugar sin nombre que devuelve los rituales sagrados a las manos que piden al sol. Ahí, alguien ruega frente a un altar, para que crezca al menos una flor nueva que haga olvidar las flores guardadas debajo de la ropa.
Quien caminó descalzo en ese lugar sabe de lo que estoy hablando.
Ese es el territorio de El castillo de Rouen.
viernes, 23 de marzo de 2018
Los brotes de lechuga están débiles. La acelga crece que da miedo. De las dos semillas de chaucha que planté, una crece y la otra no. El cilantro, que que es de crecimiento lento, colmó toda la maceta en 15 días. El orégano se está muriendo. El tomillo resiste. La menta parece que se salva. Todo tiene que ver con la poesía: un ojo atento es una revolución.
Agenda
El jueves 5 de abril estaré yendo a Capital para presentar, junto a Daniel Freidemberg, este libro extraordinario de Jotaele Andrade: El psicólogo de Dios (edición ampliada), libro al que tuve el honor de escribirle el prólogo. La cita es a las 20.30 horas. Quedan todos invitados.
jueves, 22 de marzo de 2018
miércoles, 21 de marzo de 2018
martes, 20 de marzo de 2018
1
Ana tiene
un tatuaje sobre el hombro
por donde le sale una frontera.
un tatuaje sobre el hombro
por donde le sale una frontera.
El dibujo de un círculo de araña
recuerda la leyenda de Samimbi.
recuerda la leyenda de Samimbi.
Por Samimbi fue creado el ñandutí.
La batalla era otra y sin embargo,
una tela de araña,
tejida a mano,
es un conjuro contra la desesperación.
una tela de araña,
tejida a mano,
es un conjuro contra la desesperación.
Así lo aseguran las mujeres que saben.
Ana lleva tatuado
en su hombro izquierdo
un círculo de encaje
de hilo finísimo.
en su hombro izquierdo
un círculo de encaje
de hilo finísimo.
La rama queda lejos.
El amor queda lejos.
El amor queda lejos.
Pero el viento
mueve las velas de las catedrales.
mueve las velas de las catedrales.
Y Ana no es mujer de poca fe.
(de Uva negra, primer libro de la trilogía)
Un adelanto, tres poemas de la trilogía
6
1984.
La distancia entre Ramiro y Ana,
despliega
la amplitud del vacío.
La distancia entre Ramiro y Ana,
despliega
la amplitud del vacío.
El teléfono del almacén,
naranja
como un pez enfurecido,
traga cospeles
y no funciona nunca.
naranja
como un pez enfurecido,
traga cospeles
y no funciona nunca.
El sargento
dice que es de flojos
necesitar oír
la respiración de quien se ama.
dice que es de flojos
necesitar oír
la respiración de quien se ama.
Por eso Ana
junta la esperanza,
mientras Ramiro
cumple una orden,
y hace cuerpo a tierra
ciento cincuenta veces
sobre el barro frío de la madrugada.
junta la esperanza,
mientras Ramiro
cumple una orden,
y hace cuerpo a tierra
ciento cincuenta veces
sobre el barro frío de la madrugada.
(de Uva negra, primer libro de la trilogía)
1
Este es el estado de situación:
El último arrecife de coral
fue visto hace 6 días.
Atrás quedaron las costas rocosas,
las aguas brillantes de los arrecifes.
El mascarón de proa fue dañado
en su costado izquierdo.
Una mujer de tilo, a la intemperie,
con sus pechos desnudos,
sostiene al mar.
Nada queda de nosotros.
Fumemos bajo las estrellas.
El último arrecife de coral
fue visto hace 6 días.
Atrás quedaron las costas rocosas,
las aguas brillantes de los arrecifes.
El mascarón de proa fue dañado
en su costado izquierdo.
Una mujer de tilo, a la intemperie,
con sus pechos desnudos,
sostiene al mar.
Nada queda de nosotros.
Fumemos bajo las estrellas.
(de Mascarón de proa, segundo libro de la trilogía)
10
Nadie escuchó mis súplicas.
Ante el amor, fue todo incertidumbre.
Quise escribir con un cuchillo
su nombre
sobre la mesa familiar. No pude.
No soy analfabeta.
No son mías las ovejas de ese campo.
Soy vieja para una primera revelación.
Mal pude haber guiado y llevado al triunfo
a los cinco mil hombres del ejército francés.
¿Qué mirada sostiene el juicio y la hoguera
sobre mi nombre
por haberme atrevido a escuchar
las palabras felices
en la boca de un árbol?
(de El castillo de Rouen, tercer libro de la trilogía)
Mientras cocino, al atardecer, me gusta tomar una copa de vino. La mesada es el lugar de la magia. Tengo predilección por los ajíes rojos, la cebolla, el tomate y las hierbas aromáticas, especialmente el orégano. Pude cocinar en las situaciones más adversas y en los horarios más raros. Las tres de la mañana, una vez, fue buena hora para preparar un salteado de verduras, con salsa de soja y semillas de girasol. Las verduras deben quedar crujientes y las semillas quedan más ricas tostadas. La inmediatez de la cocina me hace feliz. Uno enseguida sabe si lo que hizo está rico o no. En cambio, los tiempos de un poema son otros. Puede llevar días preparar un poema y el punto de cocción sólo se conoce al cabo de los años. A veces, ni así se logra. A veces, el poema queda crudo, o se quema, o se pasa de leudado, o le falta miga. En eso la poesía comparte los secretos de la panadería. Imagino que debe compartir también los secretos de un buen asado. Que también se lleva muy bien con una copa de vino. O sea, todo tiene que ver con todo.
lunes, 19 de marzo de 2018
Aunque recurra al amor como estrategia para tratar el tema, lo que me interesa es el tiempo. El tiempo es el gran vector de lo que escribo: el tiempo y la muerte, el tiempo y la distancia, la lucha y el tiempo, el tiempo y el olvido, la hipocresía y el tiempo, etc. Por eso no me interesa escribir sobre amores no correspondidos, y me desquician los lamentos solitarios de amor. El gran tema es el tiempo y sólo puedo llegar a él a través de los otros ejes que lo cruzan. Así que por eso cruzo esos ejes. Para tener la ilusión de que toco, con la punta del lápiz, una milésima de segundo.
domingo, 18 de marzo de 2018
Ayer llovió tanto que tuve que cerrar la ventana para que no se mojara el escritorio. Lo bueno es que hoy cuando fui al jardín, vi la maceta donde planté acelga y los brotes crecieron durante la noche. Ahora tienen 1 cm casi todos, salvo los que quedaron debajo de las tres huellas de las patas de Roma que se subió a la maceta para ladrarle al gato (de tan feo es hermoso) que viene pelear a Lennon. Una maceta con tres pozos de patas y dos hileras de acelga creciendo. Lo imperfecto es maravilloso.
sábado, 17 de marzo de 2018
Anoche llovió. Yo agarré la tijera y otra vez me corté el flequillo, ahora está demasiado corto. Aparecieron las primeras puntas de los brotes de acelga. Son verdes y fuertes. En cambio, las primeras hojas de lechuga son delicadas, parecen cisnes sobre la tierra negra. Son los días en que tengo la ventana abierta para sentir los primeros fríos. Algún vecino debe estar cocinando pollo asado, y eso que es muy temprano para el almuerzo. Mi perra Roma se está poniendo vieja pero levanta su hocico y busca. A veces dejo registro de la vida cotidiana para darme cuenta de que sigo acá.
viernes, 16 de marzo de 2018
En abril comenzamos
El sábado 14 de abril a las 16 horas comenzaremos con el taller de poesía cuatrimestral (8 encuentros: segundo y cuarto sábado de cada mes, de 16 a 17.30 hs). Hay que anotarse para que les guarden el lugar en: bokcultural@gmail.com
Es muy, muy temprano. Desde afuera escucho la música que sale de un auto que debe estar esperando que el semáforo de la otra cuadra se ponga en verde. Quedó parado frente de la ventana de mi dormitorio. Escucho Zaz a todo lo que da. No entiendo francés pero es una de mis canciones preferidas y entonces sé que lo que está diciendo a las seis menos cuarto de la mañana es "quiero morir con la mano en el corazón". Así empezamos. Buen día.
jueves, 15 de marzo de 2018
Desayuno con mate, tostadas y miel en esta mañana fresca de Muñiz, pienso en que terminé de escribir El castillo de Rouen (el último de la trilogía), en que los tres libros están inéditos, en si es mejor publicarlos juntos o separados, en que escribir me hace tan vulnerable como fuerte, en que planté acelga y lechuga en las macetas del jardín, en que Mili duerme, en qué voy a cocinar a la noche, en qué voy a leer a la tarde, veo al gato hacerse finito para pasar por debajo de la persiana, pienso en lavar ropa blanca, en el viento sobre la ropa, en que seguro se seca rápido, en esta vida que me hace atender cada detalle que le gana a la muerte.
miércoles, 14 de marzo de 2018
El castillo de Rouen
Para escribir "Uva negra" tardé 5 años (desde el 2012 al 2017). Ahí se inició esta trilogía que se arma junto con "Mascarón de proa" y, ahora lo sé, con "El castillo de Rouen". Mascarón y El castillo llegaron de una manera extraña, como si me hubieran sido dictados desde algún lugar que no conozco. Respeté ese proceso. Anoche terminé "El castillo de Rouen". Alguna vez se publicarán.
martes, 13 de marzo de 2018
Nadie bajará del auto y abrirá la puerta que te hace feliz.
Nadie romperá con sus dedos la materia de la duda.
Ni pronunciará tu nombre mordiendo lo que no es.
Exclúyete.
No esperes que te laven los cabellos en el río
aunque las manos sean perfectas para el agua
y conozcan cada hebra de tu cabeza.
No sucederá.
Agradece.
Al menos te fue dado imaginar ese instante.
lunes, 12 de marzo de 2018
No llorarás en vano
domingo, 11 de marzo de 2018
Lo que trae el viento
No me tiran folletos de remises ni de pizzerías. Hoy, como cada vez que el viento sopla, en la puerta de mi casa me encuentro con papeles como este
sábado, 10 de marzo de 2018
viernes, 9 de marzo de 2018
martes, 6 de marzo de 2018
Flor de cactus
Abrieron hace un par de horas. Tiene, cada una, el tamaño de un pomelo. Duran sólo un día. Eligieron hoy, la mañana más fresca en lo que va del año, con estos 11 grados de temperatura en Muñiz.
domingo, 4 de marzo de 2018
Un día de taller abierto y gratuito
El sábado próximo hacemos un taller de poesía abierto y gratuito. Nos juntamos en la librería más linda del conurbano para hablar, escucharnos, leer.
Si escribís poemas, trae uno o dos para compartir.
Si no escribís poemas pero te gusta la poesía, traé tus ganas de escuchar.
Traé lápiz y papel.
Y curiosidad.
Sobre todo curiosidad, porque no hay poesía sin asombro.
El resto lo hacemos entre todos.
Los esperamos, el sábado 10 de marzo, a las 16 horas, puntual.
sábado, 3 de marzo de 2018
El cuerpo cruzado por un canto abandonado dentro del cuerpo. Que es como decir: el silencio nacido en la vibración de un muro. O el silencio nacido en las manos de un niño que no toca la campana para avisar que es feliz, o el silencio nacido un segundo antes de un perro que aúlla. O el silencio nacido en la desnudez de la palabra que viene a repetirnos que esto es el desvío, que esta ropa no es nuestra. El cuerpo cruzado por el lenguaje que presentimos. Que es como decir: nosotros de rodillas.
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