Árbol del misterio, no voy a devolverte las camelias blancas.
martes, 21 de octubre de 2014
Vengo de leer poesía jujeña a nenes de tres años. Ahora tengo conmigo un
silencio de puna y diez pares de ojitos negros, grandes y abiertos como
si hubiesen visto a una cabra sentada en el piso del aula.
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