No suelo ir a eventos literarios, pero el domingo pasado
fuimos con Gabo y con Paula a ver y a escuchar a Irene Gruss, Jorge Aulicino y
María Belén Aguirre, en el Espacio Cultural Oliverio Girondo, en Capital Federal.
Estuvo increíble. De yapa, los organizadores del evento,
Sylvia Chirilo y Rubén Gómez, antes de que terminara la tarde, regalaron cinco
libros como agradecimiento por haber estado: a la Gruss, a María Belén, a
Jotaele Andrade, a Rubén Retches y, para sorpresa mía, a mí. Así que además de
la emoción me vine a casa con “Padre Tótem”
de Diego Roel, poeta que quería leer hace un tiempo.
Este año me propuse ir a dos
encuentros: éste que pasó (porque quería escuchar personalmente a Irene Gruss y
porque quería abrazar a María Belén Aguirre, querida amiga y poeta que, entre
otras cosas, escribió la contratapa de Paula levanta la persiana, y que se vino
directamente desde Tucumán para éste ciclo) y el que se va a realizar en unos días
en la escuela 12, en una isla del Tigre, donde va a leer Diana Bellesi y otras
poetas que también quiero escuchar. Tendré que ir en lancha para llegar a la escuela. Me da miedo, me da mucho miedo viajar en lancha, pero trataré de sobreponerme
y estar.