Ahora llega
esta paz
como si fuese
una visita que se espera hace mucho.
La miro.
Me mira.
Podríamos quedarnos
durante años así.
Ahora
la casa me permite
seguir poniendo flores
para armar la alegría.
Ya hemos aprendido a no soñar la sed.
Afuera
son otros los que esperan
que alguna vez
les pase.
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