Árbol del misterio, no voy a devolverte las camelias blancas.
jueves, 11 de enero de 2018
Una o dos veces al año recibo la llamada telefónica del poeta Raúl Artola. Escuchar su voz que cruza casi mil kilómetros desde Viedma hasta Muñiz, me llena de alegría. Cada uno de sus gestos generosos me honra. Gracias, maestro.
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