domingo, 1 de septiembre de 2013

Y entonces decime
si el amor es sorpresa
como una flor abierta
a medianoche/ de esas que ni
vos ni  yo tuvimos ni tendremos/
porque las dos sabemos –madre- que
no somos buenas con la jardinería/
decime entonces –má- por qué el destiempo/
las manos para qué/la tierra preparada para qué/
las flores para qué/ las herramientas de jardín
entusiasmadas/ los sueños/ esa semilla eterna/
por qué no puedo olvidar –madre-
que no soy buena para amar/
y siembro.