Hay sol con viento que viene del
oeste. En Buenos Aires hay sol después tanta lluvia. Desde ayer, en la mano derecha tengo puesto un anillito
con una piedrita que dicen que se llama aguamarina. Yo no sé de piedras. Es un
anillito viejo que estaba roto, que había perdido su piedrita verde y había
quedado guardado por veinte años. El viernes lo llevé a reparar y elegí esta
piedrita celeste, traslúcida. Me recuerda al mar cuando el cielo está celeste. No
invoco al mar cuando miro la piedra, el mar aparece solo. Piedra, agua y sol
parecerían estar indisolublemente unidas en la memoria de mi mano.
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