como si el hecho de que tus ganas
limiten conmigo fuese culpa mía.
Afuera el frío les quema
las orejas a los perros y vos estás acá
con este malhumor de vecindad inoportuna.
Mañana iré yo, fastidiada,
a quejarme porque todo lo que hacés
me gusta y no puedo con eso.
me gusta y no puedo con eso.
La calle estará helada y lluviosa
y algunos perros morirán de hipotermia.
Iré igual.
Nadie elige con quién le pasa.
Con vecinos así
ningún barrio es posible.