lunes, 4 de agosto de 2014

El agua iba y venía encerrando el asombro. Como todas las veces, algo nacía, algo moría, sin que nadie ayudara. Una ceremonia azul se abrió bajo los pájaros. Nadie nos dijo cómo fue que estábamos ahí.  Nunca más pudimos dormirnos sin pensar en el mar.

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