Árbol del misterio, no voy a devolverte las camelias blancas.
jueves, 27 de diciembre de 2012
En Buenos Aires es un regalo
tener un día fresquito a fines de diciembre. Salir al patio y sentir la brisa
de abril. Mirar el cielo a las seis de la mañana y que el sol apenas me toque.
Voy a quedarme así hasta que me despierte.