Haber tenido la suerte de conocer el olor del mar. Aunque quede lejos y no se pueda volver a tocarlo tantas veces como uno quisiera. Tener, para siempre, el olor del mar en la mano que tocó la ola.
(extraído de una conversación oída ayer en el colectivo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario