domingo, 23 de noviembre de 2014

Juntábamos las nubes con las manos.
Es decir, en eso consistía la lluvia.
No. La invención de la lluvia. La lluvia era otra cosa.
Pero la invención de la lluvia aparecía
cada vez que nosotros
juntábamos las nubes con las manos.
Y cada vez que separábamos las nubes
aparecía el sol sobre la tierra.
Una vez
hicimos que saliera el sol en plena noche.
La realidad
se nos abría
como puede abrirse
un libro o un mensaje.
Y eso que nosotros,
ay, nosotros,
todavía no sabíamos leer.



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