La Payunia se hizo desierto
adentro de mi sangre
el día que el dolor me quitó el aire.
El desierto no llora. Yo no lloro.
Escribo para tomar el agua que no veo.
Escribo los pies, la
flor desprevenida,
el silencio volcánico, la resistencia.
Me he vuelto sola.
Me he vuelto negra.