miércoles, 22 de noviembre de 2017

 "Uva negra" y "Mascarón de proa", ambos inéditos, tienen algo en común: una necesidad narrativa. Desde el primer poema hasta el último, hay una trama que se desarrolla, una unidad temática que sirve de eje. Personajes primarios, secundarios. Como todo quiebre frente a la propia escritura, eso me provoca inseguridad. Pero desde la placidez y sin riesgo, qué se puede escribir.




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