domingo, 3 de septiembre de 2017


Anoche,  soñé que te decía:
-Tu abuela quiere verte. Es necesario
que sigas los puntos luminosos,
hay un volcán a 2 kilómetros del puerto,
te guiará la música.

-Cuando estés llegando- te decía-
se llenarán de arcilla tus zapatos,
y por las estrellas reconocerás la aldea.

Su casa huele a romero
desde todos los puntos cardinales.

Te decía:
-Tu abuela está muy vieja,
no habla con nadie. Sin embargo, 
ella danzó sobre la angustia
y rezó alrededor del fuego                     
frente a un altar de flores y ceniza
para que nosotros
sobreviviésemos a nuestro asombro.

-Ahora- te decía-
es preciso abrazar a los que sufren.

Habrá quienes te dirán
que no escuchés cantar a las sirenas.

Es probable que el capitán
quiera amarrar con sogas tus tobillos
para que en las noches de tempestad
no abandones tu cama.

Yo he soñado un pedido.
Sin conocerla, tu abuela me ha llamado.

Y he pagado con el peso de los necios
la sordera de la gente que amé.









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