Todo lo que no entiendo se desprende
y me ofrece el conflicto de su luz.
Los hechos simples, los que debieran
ser fácilmente
comprendidos, la suma de los gestos
con su belleza y sus raíces revueltas,
el proyecto incendiado y su porción de agua,
la palabra con su estaca,
crucé tantas veces la ruta hasta la casa,
he asistido al trabajo, quién sabe si era ese
el trabajo que me estaba destinado,
he asistido al amor con la respiración cortada,
quién sabe,
quién puede saber
qué forma adquiere la materia
de lo no sabremos nunca, de lo que nunca
nos dirán, quién sabe
lo que se oculta entre dos puntos,
entre lo que se hizo y lo que ocurrió,
entre lo que se hizo y lo que no ocurrió,
quién pasó el rastrillo sobre las hojas verdes
donde estoy sentada preguntando por qué.
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