Ayer la voz de Eugenia Andreani hizo temblar la sala de El Escarabajo con sus cantos medievales. Cantos del siglo XIII, en portugués, acompañados por un laúd. Yo no entendí nada de la letra pero puedo decir que sonaba a lamento del que era urgente apiadarse. Sonaba a pájaro. Sonaba como alguien que recoge un cuerpo y le canta para que viva. Una no sabe cómo agradecer estos regalos.
La música es transmisora nata de sentimientos,.
ResponderEliminarUn saludo
Saludos!
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