Árbol del misterio, no voy a devolverte las camelias blancas.
No lo es, antes el óxido era lo que era, las palabras nunca pierden su caminito, el de la sangre en la mano, el de la sangre que no hace falta mirar porque se siente.Siempre gracias por tu poesía, Valeria, y un abrazo<a href="lasendadelarosadormida.blogspot.com/>m.</a>
Gracias por pasar y por comentar aquí. Saludos!
ResponderEliminarNo lo es, antes el óxido era lo que era, las palabras nunca pierden su caminito, el de la sangre en la mano, el de la sangre que no hace falta mirar porque se siente.
Siempre gracias por tu poesía, Valeria, y un abrazo
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