miércoles, 24 de febrero de 2016

Haber visto, en enero, las lilas florecidas. No reconocerlas hasta que alguien dijo sí, estas flores son lilas. No ver con claridad porque las lilas de Alejandra siguen buscando un lugar donde unir el miedo y la belleza. Vi lilas florecidas, y tan cerca estaba mi corazón, que no tuve tiempo de correr.



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