A veces pienso,
con qué habremos sujetado,
vos y yo,
el cuerpo a la
intemperie,
la voz al corazón
y el corazón al hueso,
las manos al
lenguaje
y el lenguaje a
la tierra,
con qué los habremos sujetado,
que hagamos lo
que hagamos
no se sueltan.
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