sábado, 7 de junio de 2014

Nadie juntará el pequeño lenguaje
con el cual hacíamos el fuego.
Con qué alegría prendíamos
las flores, abríamos ventanas
y andábamos descalzos
sobre todas las cosas.
Ninguno se atreverá a soplar
un corazón con frío.
Por eso
las cenicitas del dolor
se quedan.

1 comentario:

  1. Las cenicitas del dolor...

    (Quise comentaras en las entradas anteriores de las no-bibliotecas y no pude. Tu blog decide sobre qué entradas comentar :)

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