Sueño con vivir en un lugar
parecido a un desierto
donde pueda callar o gritar
según me plazca
no con la voz que uso con mis hijas
o pido en el mercado
un kilo de pan,
dos leches, medio de tomates.
Sueño con vivir lejos de todo.
Yo sé qué tengo.
Ya la oí.
Hay otra voz
detrás de la garganta.