Voy anotando las cosas que me
gustan en un cuaderno. Llevo muchos cuadernos, tres ahora. A veces escribo
palabras sueltas, frases, versos de los libros que leo. Otras veces sonidos, o
sensaciones que necesito recordar. Anoto lo que considero importante.
Estas anotaciones no tienen un orden: a veces las escribo sobre el renglón, a
veces las palabras cruzan perpendiculares, a veces escribo directamente sobre
el margen superior aún teniendo el resto de la hoja libre. Generalmente en medio de esas palabras nace algún poema, o la idea de un poema que luego pasará
a otro cuaderno. También escribo los nombres de los poetas que me faltan leer o
que quiero releer. Es un trabajo diario esto que hago, un trabajo minucioso
de búsqueda del placer que me dan ciertas palabras. Es necesario estar atenta,
llevar un registro del mundo que percibo.