miércoles, 23 de enero de 2013

Donde el viento apura,  hay cielos dramáticos. Puede parecer raro, pero los cables negros sujetos a los postes, quedan lindos sobre el aire naranja: no son más que renglones a cielo abierto. Podemos escribir algo sobre ellos. Soñar se parece a escribir. Hay que soñar. Hay que escribir. Para todos los días que comienzan.