Árbol del misterio, no voy a devolverte las camelias blancas.
Los amores sin manos tampoco tienen alas; aún así puedo asegurar que se la pasan navegando a media altura con el único afán de sorprendernos. Difícilmente lleguen al piso...
Los amores sin manos tampoco tienen alas; aún así puedo asegurar que se la pasan navegando a media altura con el único afán de sorprendernos. Difícilmente lleguen al piso...
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