Llueve y al mismo tiempo hay un sol que levanta 40 grados sobre Muñiz. Ningún pájaro cruza el cielo a esta hora del mediodía. Los perros no existen. El viento no existe. La sombra no existe. ¿Cuánto tiempo puede la memoria, sometida a la intemperie, recordar que fue verdad el otoño y resistir?
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