¿Y a este oficio
de niña
que llora apretándose
el vestido
y busca una señal
que tranquilice
la convulsa ausencia de sus manos,
digo,
digo,
a este oficio de
niña que va y corre
emocionada y loca hacia el encuentro,
cómo es que lo
ejerzo todavía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario