Celebrar las formas del silencio.
Festejar la ropa
tendida al sol,
quieta en el frío, mientras se sostiene
en la mano derecha una taza de café.
Ver el vapor que sube por encima de la soga.
Pasar la mano izquierda por el vidrio empañado
de la ventana. Sonreír. Volver a ver.
Dar tiempo. Tomarse el tiempo. Nadie apura al sol.