Estos poemas tan lúcidos, armados con palabras de todos los días, iluminan al leerse un día nada común. Ese poema del abanico... Lo recordaré siempre. Valeria, como una forma de cortar este monólogo diario en mi blog La trampa de arena, he copiado tus poemas para que vayan navegando por otros canales también. Al pie indico la fuente. Muchas gracias por escribir, amiga!
Estos poemas tan lúcidos, armados con palabras de todos los días, iluminan al leerse un día nada común. Ese poema del abanico... Lo recordaré siempre. Valeria, como una forma de cortar este monólogo diario en mi blog La trampa de arena, he copiado tus poemas para que vayan navegando por otros canales también. Al pie indico la fuente. Muchas gracias por escribir, amiga!
ResponderEliminarAy...Carlos, es raro entre nosotros que me quede sin palabras y sin embargo lo único que me sale decirte es gracias, gracias, gracias.
ResponderEliminar