Ahora sí, después de un año de mucho laburo, me tomo un respiro de las redes. Voy a estar en mi casita de Muñiz, entre los tomates y las plantas de acelga. Gracias a todos los participaron de MOJITO, compraron libros, me mandaron cartas, regalos, libros con dedicatorias mucho más hermosas que las mías, gestos inolvidables de amor y respeto. Ahora necesito descansar porque, ya saben, tengo un cuerpo inhóspito, un cuerpo que no es una casa sino un hospicio, y tengo que llenarlo de paz y canto de pájaros para seguir viva.
lunes, 28 de diciembre de 2020
viernes, 4 de diciembre de 2020
He corrido bajo la lluvia hasta la soga
con la ilusión de un náufrago.
He dado el tirón para acercar
la camisa blanca, las sábanas.
Algunos broches han saltado al suelo,
y no me importa porque he corrido
bajo la lluvia hasta la soga
y ahora intento
recoger
la funda de la almohada,
dos remeras, un corpiño,
estos repasadores que no llegaron a secarse.
Es curioso lo que sucede con la lluvia:
nos hace creer que existe una familia.
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