sábado, 28 de julio de 2018

"Algunos elementos o cosas aparecen y dibujan a lo largo de Triza, el libro de Valeria Pariso, un caleidoscopio de flores y viento, piedras y fuego. La imagen forma una singular interpretación morfológica: algo roto o destrozado no siempre muere, habita el mundo desde otra perspectiva, se adapta a esa nueva anatomía, se camufla en el dolor de sus heridas y existe disponiendo para sí novedosas versiones de lo que fue.
Las manifestaciones naturales condensan pequeños paraísos artificiales, ellos dan cuenta de estrategias para sobrevivir, simples mecanismos vinculados a su aspecto y a sus impulsos; la fragilidad de un pétalo, la fortaleza del tallo y de cómo resisten al viento o la ausencia. Sin embargo, la autora nos advierte que toda realidad, toda consagración al orden, puede ser derribada en un instante, por una mínima potencia o un impulso, gestante de suspiros: Tardes donde un gesto levísimo / podría demoler un jardín.
Cada nueva forma del presente parece construirse sobre un modelo anterior, una nostalgia y la pérdida de un paisaje afectivo, añorado y distante. Anteriormente todo lo conocido respondía a una latencia vital, a una continuidad deseada y ahora, ni siquiera, la memoria dispone de una versión nítida, por el contrario, se presenta como un palimpsesto de posibilidades y tiempos, vociferando en el poema, sus múltiples trizas. Sin embargo, aún aguarda el futuro, quizás la última morada, en el vendaval de un jardín, en la espera, en el designio o la palabra amor correspondiendo, otra vez.
En el libro, una impresión metafísica abunda, la sensación de que forma y contenido se pertenecen en la experiencia del dolor. El lenguaje se repliega una y otra vez entre las astillas de un evento intangible y es allí donde el cuerpo asoma, rasgado. Toda emanación se nutre de la herida, esa physisprimigenia destemplada en la lengua prolífica.
En los poemas de Valeria Pariso lo predecible zigzaguea el tiempo, se confunde entre sus escamas inciertas. Existen ebulliciones de intensidad, coordenadas disonantes pero ese mundo roto lentamente se instala y emana sus preguntas, inventa un relampagueante horizonte.
¿Cuántas morfologías resiste el amor, cuántos collages de espejos confundidos, narcisos y extraños? El cuerpo pregunta y ofrece gestos antiguos, mapas para un mundo roto. El cuerpo se fascina incorporando gestos frente al impulso silencioso del tiempo."

Mariana Robles




https://telaresdeintemperie.blogspot.com/2018/07/triza-valeriapariso-editorial-de-todos.html



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