Hay días que uso una cinta de terciopelo roja atada al cuello como una manera de visibilizar que nos están matando. No es un accesorio de moda lo que uso, es una cinta roja atada como me sale. Voy a las marchas que se hacen en la plaza de mi barrio. Atendí durante años casos de violencia familiar. Hoy siento que todo eso no sirve para nada. Nos siguen matando. No puedo con tanto espanto.
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