domingo, 18 de septiembre de 2016

¿Tres y media de la madrugada?

No hay viento.  No llueve.
No pasan autos.
Todavía no sale el primer tren.

Tu cuerpo ha obedecido y no llora.
No ríe. No se queja.
Un cuerpo mudo.
Obediente y mudo.

Tres y media de la madrugada.

Qué increíble.
Pensaste que lo habías logrado.

Y una calandria canta
parada sobre tu corazón.


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