¿Tres y media de la madrugada?
No hay viento. No
llueve.
No pasan autos.
Todavía no sale el primer tren.
Tu cuerpo ha obedecido y no llora.
No ríe. No se queja.
Un cuerpo mudo.
Obediente y mudo.
Tres y media de la madrugada.
Qué increíble.
Pensaste que lo habías logrado.
Y una calandria canta
parada sobre tu corazón.
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