En Montparnasse
busqué a Cortázar
estuve entre las tumbas
y los árboles
era tan gris el día,
usted ya sabe.
París es gris y
hacía calor
recuerdo,
hacía calor
recuerdo,
busqué tanto,
digo,
no es fácil estar una mañana
en medio de la muerte
y sin francés
yo no sabía decir
Monsieur, où est le tombeau de Cortázar?
no había nadie
que entendiera un poco mi argentino,
todas las tumbas al fin son tan iguales,
usted ya sabe,
son iguales, hasta que una ve la de Cortázar
lisa como una cama recién hecha,
blanca como una barra de bar,
de un bar de Montparnasse con muchas putas.
Y entonces
no hay otra que dejarle
no hay otra que dejarle
sobre el mármol
blanco de la tumba de Cortázar
blanco de la tumba de Cortázar
el boleto del metro
un cigarrillo
un cigarrillo
un papel blanco
y un lápiz sin usar,
por si acaso.
por si acaso.
Vale, con el tiempo que estuvimos en el cementerio podrías escribir una novela! Ja ja!!
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