lunes, 27 de mayo de 2013

Encontrar el movimiento. Recuerdo a mi hija recién nacida. Acercarme en silencio para sentir el movimiento de la sábana que seguía a su respiración. A ella y a mí nos tranquilizaba.
La belleza está en encontrar el pequeño movimiento, el inaudible, el indecible vaivén de algo que es capaz de girar el mundo.