jueves, 22 de noviembre de 2012

Los padres de Elise Cowen
quemaron todos sus poemas.
Sólo se salvaron 83 que guardó un amigo.
Yo no soy beat, mi amor,
pero quién está a salvo.

Hay que guardar un poema
empapado de lluvia
por si la locura
por si los padres
por si el mundo
nos queman, mi amor.