jueves, 20 de octubre de 2022

 

Cortada la caléndula,
su tallo se hunde en el agua del vaso.
Es simple la belleza:
hay pétalos naranjas sobre un botón oscuro.
Parece viva.
Mirá: es de noche y la flor
se cierra sobre sí
como si hubiera caído el sol del atardecer
sobre la planta toda.
Pienso: hay algo que las dos
tenemos en común:
tampoco ella supo
llevar su cuerpo al lugar de los muertos.
Y acá está, sobre mi mesa de luz.
Mañana se abrirá otra vez,
como si de verdad siguiese viva.
Y se abrirá espléndida,
igual que lo hizo ayer.
Lleva tres días haciéndolo.
Llevo tres días observándola.
Ah, quién pudiera torcer así la muerte.
Ignorar el corte, por feroz que haya sido.
Desconocer la lógica.
Celebrar de algún modo.
Continuar sensible al paso de la luz,
y arremeter el día
como lo hacen los seres diáfanos.


(de Final francés).


No hay comentarios:

Publicar un comentario